Un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell en Nueva York (uno de los centros más prolíferos en cuanto al estudio sobre los efectos saludables del café), dirigidos por el Dr. Chang Lee, ha demostrado que la cafeína y el ácido clorogénico (CGA) del café contribuyen a la prevención del deterioro de la visión y posible ceguera por degeneración de la retina. La retina para trabajar demanda una gran cantidad de oxígeno y es en esta gestión de este elemento cuando se producen una gran cantidad de reacciones metabólicas. Éstas generan radicales cuya actividad puede provocar hipoxia (privación de oxígeno) en la retina, favoreciendo con ello una muerte significativa de las células de la retina y el consecuente desarrollo de determinadas enfermedades, que pueden afectar la vista, siendo algunas lo suficientemente graves como para causar ceguera.

Para los ensayos clínicos, los investigadores utilizaron café tostado y molido, y el cálculo aproximado de cada taza fue de 200 mililitros, los cuales contienen cerca de 200 mg de CGA. El estudio demuestra el efecto protector del ácido clorogénico en la retina ante el estrés oxidativo que conduce al daño de la retina en ratones de laboratorio. El estrés oxidativo puede causar entre otras cosas la degeneración macular relacionada con la edad, la retinopatía diabética, el glaucoma, etcétera; pudiendo incluso causar ceguera parcial o completa.

El grupo de científicos considera que el siguiente paso de la investigación es determinar si el consumo de café facilita al CGA cruzar una membrana conocida como la barrera hemato-retiniana y llegar de forma directa a la retina, lo que abrirá las puertas para desarrollar gotas o brebajes que ayuden a prevenir estas afecciones. No obstante, los resultados aportan nueva evidencia de que el café, y en particular su contenido de CGA, tiene efectos protectores contra el deterioro de las células ganglionares de la retina.